La inmótica es la integración de la informática y la automatización en los sistemas de gestión de edificios. Consiste en el control centralizado y automatizado de diversos sistemas, como la climatización, la iluminación, la seguridad, el acceso y la gestión de energía, con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa y la comodidad de los ocupantes.

Los beneficios de la inmótica incluyen la reducción de los costos operativos, el aumento de la eficiencia energética, la mejora del confort de los ocupantes, la optimización del mantenimiento de las instalaciones, la mayor seguridad y la capacidad de monitorizar y controlar los sistemas de forma remota.

Un sistema de control centralizado de edificios utiliza sensores, actuadores y una red de comunicación para recopilar datos en tiempo real sobre diferentes aspectos del edificio, como la temperatura, la humedad, la luminosidad y la presencia de personas. Estos datos se utilizan para tomar decisiones automatizadas y ajustar los sistemas en función de las necesidades específicas del edificio y de los ocupantes.